1 Corintios 12 nos enseña sobre los dones espirituales; y nos advierte que:

1. No los debemos ignorar (vs. 1); 2. Son para nuestro provecho (vs. 7). 

“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo…” (vs. 4); uno de esos dones es el de profecía (vs. 10). “Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo… Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, …” (vs. 5; Ef. 4:11) ¡Hay don de profecía y ministerio de profeta! 

¿Quiénes pueden profetizar? 1 Corintio 14:1 nos dice que lo que Dios mas quiere es que todos profeticemos. ¿Qué es profetizar? Es dar un mensaje de parte de Dios. ¿Cuál es el objetivo de la profecía? “…el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.” (1 Cor. 14:3). La profecía no es para destruir ni avergonzar a nadie; la profecía es para levantar, animar, restaurar y fortalecer. 

Para profetizar es necesario que primero pasemos tiempo a solas con Dios, que llenemos nuestra mente y corazón de Su Palabra, así cuando hablemos saldrá de nuestra boca la Palabra de Dios; y, cuando una persona nos pida un consejo, le vamos a dar una palabra que le va a inspirar, consolar, levantar, sanar, direccionar. 

“Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, 

Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;” Hechos 2:17 

Entonces ¿Qué debemos hacer? Profetizar… profetizar, alguien está esperando una Palabra de Dios que nosotros tenemos… ¡Profeticémosle!